Principio Activo: Furosemida
Indicaciones:
Tratamiento del edema. Tratamiento de la hipertensión arterial.
Posología:
Dosis
Tratamiento del edema
Adultos: 20 – 40 mg IM o IV. En caso necesario, repetir la misma dosis o incrementar 20 mg/dosis y administrar cada 2 horas hasta obtener la respuesta diurética deseada.
Niños y adolescentes: 1 mg/kg IM o IV. En caso necesario, incrementar 1 mg/kg/dosis y administrar cada 2 horas hasta obtener la respuesta diurética deseada o alcanzar un máximo total de 6 mg/kg.
Hipertensión arterial
Adultos: Vía oral. 40 mg cada 12 horas. En caso de respuesta insuficiente, combinar con otro antihipertensivo.
Dosis máxima
Edema: Adultos: 600 mg/día. Niños: 6 mg/kg/día.
Hipertensión arterial: Adultos: 80 mg/día.
Presentación: Estuche con 1 ampolla 20 mg/2 mL.
E.F.G. 32.365/18
FUROSEMIDA 20 mg / 2 mL
Solución Inyectable
Vía Intramuscular – Intravenosa (I.M. – I. V.)
Vía de Administración: I.M. – I.V.
INFORMACIÓN DIRIGIDA AL PROFESIONAL DE LA SALUD
Indicaciones:
Tratamiento del edema.
Tratamiento de la hipertensión arterial.
Posología:
Dosis
Tratamiento del edema
Adultos
20 – 40 mg IM o IV. En caso necesario, repetir la misma dosis o incrementar 20 mg/dosis y administrar cada 2 horas hasta obtener la respuesta diurética deseada.
Niños y adolescentes
1 mg/kg IM o IV. En caso necesario, incrementar 1 mg/kg/dosis y administrar cada 2 horas hasta obtener la respuesta diurética deseada o alcanzar un máximo total de 6 mg/kg.
Hipertensión arterial
Adultos
Vía oral
40 mg cada 12 horas. En caso de respuesta insuficiente, combinar con otro antihipertensivo.
Dosis máxima
Edema
Adultos: 600 mg/día.
Niños: 6 mg/kg/día.
Hipertensión arterial
Adultos: 80 mg/día.
El uso en exceso o más frecuente no genera beneficios terapéuticos adicionales y, por el contrario, podría ocasionar efectos adversos
Dosis en poblaciones especiales
Insuficiencia renal
En pacientes con insuficiencia renal aguda o crónica se deben emplear dosis más elevadas que las usuales para lograr el efecto diurético deseado. Podrían resultar necesario hasta 1 – 3 g/día.
Insuficiencia hepática
No es necesario el ajuste de dosis.
Edad avanzada (≥ 65 años)
Dado que estos pacientes son más propensos a los efectos adversos de los medicamentos y, por lo general, tienen mayor probabilidad de presentar limitaciones funcionales y depurativas que podrían complicar el tratamiento e incrementar los riesgos, se recomienda en ellos iniciar con la dosis más baja del rango terapéutico (20 mg) y ajustar, en caso necesario, conforme a la respuesta clínica.
Reacciones Adversas
Las reacciones adversas se han clasificado por su frecuencia en:
Muy frecuentes (≥1/10)
Frecuentes (≥1/100, <1/10)
Poco frecuentes (≥1/1000, <1/100)
Raras (≥1/10.000, <1/1.000)
Frecuencia no conocida (notificadas durante uso post-comercialización y en datos de laboratorio)
Trastornos de la sangre y del sistema linfático
Poco frecuentes: Trombocitopenia.
Raras: Eosinofilia, leucopenia.
Muy raras: Agranulocitosis, anemia hemolítica, anemia aplásica.
Trastornos del sistema inmunológico
Raras: Reacciones anafilactoides y anafilácticas (incluyendo shock).
Frecuencia no conocida: Inducción de lupus eritematoso sistémico (o su exacerbación si ya existía.
Trastornos endocrinos
Poco frecuente: Disminución de la tolerancia a la glucosa.
Trastornos del metabolismo y de la nutrición
Muy frecuentes: Deshidratación, hipovolemia, desbalance electrolítico, aumento de triglicéridos séricos.
Frecuentes: Hiponatremia, hipocloremia, hipopotasemia, hipercolesterolemia, hiperuricemia; ataques de gota.
Poco frecuentes: Hiperglucemia.
Raras: Anorexia.
Frecuencia no conocida: Hipocalcemia, hipomagnesemia, alcalosis metabólica.
Trastornos psiquiátricos
Raras: Somnolencia, confusión.
Trastornos del sistema nervioso
Frecuentes: Encefalopatía hepática en pacientes con insuficiencia hepatocelular
Raras: Mareo, vértigo, parestesias, cefalea.
Trastornos oculares
Raras: Visión borrosa, xantopsia.
Trastornos del oído y del laberinto
Raras: Tinnitus, hipoacusia, pérdida transitoria o irreversible de la audición.
Trastornos cardiacos
Poco frecuentes: Hipotensión ortostática.
Trastornos vasculares
Raras: Vasculitis.
Frecuencia no conocida: Trombosis.
Trastornos gastrointestinales
Poco frecuentes: Náuseas.
Raras: Náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, irritación o dolor gástrico.
Muy raras: Pancreatitis.
Trastornos hepatobiliares
Muy raras: Aumento de transaminasas, colestasis, ictericia.
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo
Poco frecuentes: Erupción, prurito, urticaria, eritema multiforme, exantema bulloso, dermatitis exfoliativa, fotosensibilidad, púrpura.
Frecuencia no conocida: Síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, pustulosis exantemática generalizada aguda, síndrome de erupción medicamentosa
con eosinofilia y síntomas sistémicos.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo
Raras: Espasmos musculares, calambre de miembros inferiores, debilidad.
Trastornos renales y urinarios
Muy frecuentes: Aumento de creatinina sérica, glucosuria.
Raras: Nefritis intersticial.
Frecuencia no conocida: Aumento de sodio en orina, aumento de cloro en orina, aumento de urea en sangre, retención urinaria, obstrucción del flujo urinario, espasmos vesicales.
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración
Raras: Fiebre, astenia, dolor en el sitio de inyección (con la administración IM), tromboflebitis (con la administración IV).
“Dada la importancia de mantener una supervisión continua de la relación beneficio/riesgo del medicamento, se invita los profesionales de la salud y a la comunidad en general a notificar cualquier sospecha de reacción adversa asociada a su uso al Centro Nacional de Vigilancia Farmacológica (CENAVIF) del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”, a través de la página web: http://inhrr.gob.ve/?page_id=4493”
Advertencias: Producto de uso delicado que debe ser administrado bajo estricta vigilancia médica. No se administre durante el embarazo o cuando se sospeche su existencia, a menos que a criterio médico el balance riesgo/beneficio sea favorable. En caso de ser imprescindible su uso por no existir otra alternativa terapéutica, suspéndase la lactancia mientras dure el tratamiento. La furosemida en dosis elevadas puede causar diuresis excesiva con depleción considerable de agua y electrolitos que, en algunos casos, puede conducir a complicaciones graves. Por ello, su empleo debe ser objeto de una estricta supervisión médica y dosificación individualizada conforme a las necesidades particulares de cada paciente, según la condición a tratar. Debido a la posibilidad de alteraciones electrolíticas (como: hipopotasemia, hiponatremia, hipomagnesemia, hipocalcemia y alcalosis hipoclorémica) asociadas al uso de la furosemida, durante el tratamiento se deben vigilar periódicamente los electrolitos séricos (en especial potasio, sodio, cloruro, bicarbonato y magnesio) y, en caso necesario, aplicar las medidas correctivas pertinentes para restituir los valores normales. Ello resultará particularmente importante en pacientes con diuresis excesiva, vómito, diarrea, enfermedad hepática y/o renal, terapia digitálica y en ancianos. Dado que en pacientes cirróticos la alteración brusca del balance electrolítico puede precipitar un coma hepático, se recomienda en ellos iniciar el tratamiento en un centro hospitalario, con vigilancia continua de la condición clínica y los electrolitos séricos. En algunos casos podría ser necesaria la administración de cloruro de potasio o antagonistas de aldosterona para prevenir la hipopotasemia y la alcalosis metabólica. Adicional al control periódico del balance electrolítico, durante el tratamiento se debe evaluar con frecuencia el funcionamiento hepático y renal en todos los pacientes y vigilar los parámetros hematológicos. Los pacientes deben ser informados de los síntomas de un desbalance hidroelectrolítico (boca seca, sed, debilidad, letargia, somnolencia, cansancio, confusión, oliguria, dolor y/o fatiga muscular, calambres, hipotensión, taquicardia, náuseas y vómito) al objeto de que notifiquen al médico si éstos se presentan. Si durante el tratamiento de una enfermedad renal progresiva se presenta azotemia u oliguria se debe suspender la medicación. Con el uso de furosemida se han reportado trastornos auditivos que incluyen la posibilidad de sordera irreversible. La experiencia en tal sentido revela que el riesgo es mayor con el uso de dosis superiores a las usuales, con la inyección IV rápida del producto y en pacientes con disfunción renal severa, hipoproteinemia y/o terapia concomitante con fármacos potencialmente ototóxicos (como: aminoglucósidos, macrólidos, salicilados, polimixina B, vancomicina, antimaláricos y cisplatino, entre otros). Por ello, si durante el tratamiento se presentan síntomas sugestivos de una alteración de la función auditiva, se debe suspender el uso del producto y evaluar la condición. Los pacientes deben ser informados al respecto al objeto de que notifiquen al médico si ello ocurre. Dado que la furosemida puede causar hiperglucemia y alterar la tolerancia a la glucosa en pacientes diabéticos, podría resultar necesario ajustar la dosis de los hipoglucemiantes orales o de la insulina. Debido a ello, se recomienda usar con precaución en estos pacientes y vigilar periódicamente la glucemia. Los pacientes deben ser advertidos de la posibilidad de hipotensión postural debida al tratamiento y de cómo proceder si ésta se presenta. La furosemida puede aumentar los niveles séricos de ácido úrico y causar hiperuricemia. En pacientes susceptibles podría precipitarse un ataque de gota. En los pacientes con dificultad urinaria o retención (por trastornos del vaciamiento vesical, hiperplasia prostática o estenosis uretral) el aumento en la producción de orina debido a la furosemida podría agravar la condición. Por tal motivo, dichos pacientes deben ser cuidadosamente observados, en especial durante la fase inicial del tratamiento.
El uso de furosemida puede provocar en algunos pacientes vértigo, mareo, somnolencia y confusión, lo cual podría comprometer la capacidad y/o habilidad para conducir vehículos u operar maquinarias. Ello resulta particularmente factible al inicio del tratamiento, durante los ajustes de dosificación y con el consumo de bebidas alcohólicas. Los pacientes deben ser informados en tal sentido al objeto de que tomen las previsiones que correspondan.
Se recomienda usar con precaución en pacientes con hipersensibilidad a sulfonamidas debido a la posibilidad de una reacción cruzada. Los pacientes deben ser informados del riesgo de fotosensibilidad asociado a la furosemida y de la importancia de evitar en lo posible la exposición prolongada o innecesaria a la luz solar mientras dure el tratamiento.
Precauciones:
Para minimizar el riesgo de hipopotasemia durante el tratamiento se debe aconsejar al paciente la ingesta de alimentos ricos en potasio y, en casos graves, considerarse la administración oral de suplementos de potasio. Debido las múltiples interacciones de la furosemida, se recomienda consultar fuentes especializadas antes de usar este producto en combinación con otros fármacos. Durante la administración del producto deben realizarse controles hematológicos, electrolitos, pruebas de funcionalismo hepático y renal.
Interacciones:
Con medicamentos, alimentos y bebidas
Furosemida puede potenciar la ototoxicidad de los aminoglucósidos y la de otros medicamentos ototóxicos. Dado que esto puede conducir a daños irreversibles, estos medicamentos solo deberían utilizarse junto con furosemida si existen razones médicas que lo requieran. La administración concomitante de furosemida y cisplatino comporta un riesgo de aparición de efectos ototóxicos. Además, la nefrotoxicidad de cisplatino podría aumentar si furosemida no se administra a dosis bajas (p. ej. 40 mg en pacientes con función renal normal) y con equilibrio positivo de fluidos cuando se emplee para conseguir la diuresis forzada durante el tratamiento con cisplatino. Furosemida oral y sucralfato no deben ser administrados en un intervalo menor de 2 horas entre ambos porque sucralfato disminuye la absorción de furosemida del intestino y reduce su efecto. La furosemida puede potenciar el efecto tóxico de los antibióticos nefrotóxicos. La furosemida disminuye la excreción de las sales de litio y puede incrementar los niveles séricos de litio, aumentando el riesgo de la toxicidad del litio, incluyendo aumento del riesgo de los efectos cardiotóxicos y neurotóxicos del litio. Por lo tanto, se recomienda que los niveles de litio se monitoricen cuidadosamente en aquellos pacientes que reciben esta combinación. Los pacientes tratados con diuréticos pueden sufrir hipotensión grave y deterioro de la función renal, incluyendo casos de insuficiencia renal, especialmente cuando se les administran por primera vez, o por primera vez a dosis elevadas, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o un antagonista de los receptores de angiotensina II. Por tanto, debe considerarse la interrupción de la administración de furosemida temporalmente o al menos la reducción de la dosis de furosemida durante tres días antes de aumentar la dosis o comenzar el tratamiento con un inhibidor de la ECA o un antagonista de los receptores de angiotensina II. Risperidona: Debe tenerse precaución y antes de tomar la decisión de uso se deben considerar los riesgos y beneficios de la combinación o tratamiento concomitante con furosemida o con otros diuréticos potentes. Levotiroxina: Altas dosis de furosemida pueden inhibir la unión de las hormonas tiroideas con las proteínas transportadoras y de este modo llevar a un aumento inicial transitorio de las hormonas tiroideas libres, seguido de un descenso general de los niveles totales de hormona tiroidea. Se deben monitorizar los niveles de hormona tiroidea La administración concomitante de antiinflamatorios no esteroideos incluyendo ácido acetilsalicílico podría reducir el efecto de furosemida. En pacientes con deshidratación o hipovolemia, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos podrían causar insuficiencia renal aguda. La toxicidad de los salicilatos podría ser incrementada por furosemida. Se podría producir una atenuación del efecto de furosemida tras la administración concomitante de fenitoína. Puede aumentar el efecto nocivo sobre los riñones de los fármacos nefrotóxicos. Corticosteroides, carbenoxolona, cantidades importantes de regaliz y el uso prolongado de laxantes pueden incrementar el riesgo de desarrollar una hipopotasemia. Probenecid, metotrexato y otros medicamentos que, al igual que furosemida, sufren secreción tubular renal significativa, pueden reducir el efecto de furosemida. Los efectos de los medicamentos antidiabéticos y de los simpaticomiméticos con efecto hipertensor (p. ej. epinefrina y norepinefrina) se pueden reducir. Los pacientes que reciben altas dosis de algunas cefalosporinas de forma concomitante con furosemida pueden sufrir deterioro de la función renal. El uso concomitante de ciclosporina A y furosemida está asociado a un riesgo elevado de artritis gotosa secundaria a hiperuricemia inducida por furosemida y deterioro de la excreción renal de uratos por ciclosporina. Pacientes con alto riesgo de sufrir nefropatía por radiocontraste, tratados con furosemida, experimentaron una incidencia mayor de deterioro de la función renal después de recibir radiocontraste en comparación con pacientes de alto riesgo que recibieron únicamente hidratación intravenosa previamente a recibir el radiocontraste.
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad a la Furosemida o a los excipientes de la formulación.
Alteraciones hidroelectrolíticas no corregidas.
Hipovolemia o deshidratación.
Estado comatoso o pre-comatoso asociado a encefalopatía hepática.
Anuria.
INFORMACIÓN DIRIGIDA AL PACIENTE:
Modo de Empleo:
Inyección IM: Administrar mediante inyección IM profunda.
Inyección IV directa (bolo) Administrar el contenido de la ampolla (20 – 40 mg) mediante inyección IV directa en un período de 1 – 2 minutos.
Infusión IV lenta: Diluir el contenido de la ampolla en solución de cloruro de sodio al 0,9% u otro vehículo compatible hasta una concentración final de 1 – 2 mg/mL; ajustar el pH a valores superiores a 5,5 y administrar a una velocidad no mayor de 4 mg/minuto. En pacientes con insuficiencia renal severa infundir a velocidad no mayor de 2,5 mg/minuto.
Reacciones Adversas
Las reacciones adversas se han clasificado por su frecuencia en:
Muy frecuentes (≥1/10)
Frecuentes (≥1/100, <1/10)
Poco frecuentes (≥1/1000, <1/100)
Raras (≥1/10.000, <1/1.000)
Frecuencia no conocida (notificadas durante uso post-comercialización y en datos de laboratorio)
Trastornos de la sangre y del sistema linfático
Poco frecuentes: Trombocitopenia.
Raras: Eosinofilia, leucopenia.
Muy raras: Agranulocitosis, anemia hemolítica, anemia aplásica.
Trastornos del sistema inmunológico
Raras: Reacciones anafilactoides y anafilácticas (incluyendo shock).
Frecuencia no conocida: Inducción de lupus eritematoso sistémico (o su exacerbación si ya existía.
Trastornos endocrinos
Poco frecuente: Disminución de la tolerancia a la glucosa.
Trastornos del metabolismo y de la nutrición
Muy frecuentes: Deshidratación, hipovolemia, desbalance electrolítico, aumento de triglicéridos séricos.
Frecuentes: Hiponatremia, hipocloremia, hipopotasemia, hipercolesterolemia, hiperuricemia; ataques de gota.
Poco frecuentes: Hiperglucemia.
Raras: Anorexia.
Frecuencia no conocida: Hipocalcemia, hipomagnesemia, alcalosis metabólica.
Trastornos psiquiátricos
Raras: Somnolencia, confusión.
Trastornos del sistema nervioso
Frecuentes: Encefalopatía hepática en pacientes con insuficiencia hepatocelular
Raras: Mareo, vértigo, parestesias, cefalea.
Trastornos oculares
Raras: Visión borrosa, xantopsia.
Trastornos del oído y del laberinto
Raras: Tinnitus, hipoacusia, pérdida transitoria o irreversible de la audición.
Trastornos cardiacos
Poco frecuentes: Hipotensión ortostática.
Trastornos vasculares
Raras: Vasculitis.
Frecuencia no conocida: Trombosis.
Trastornos gastrointestinales
Poco frecuentes: Náuseas.
Raras: Náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, irritación o dolor gástrico.
Muy raras: Pancreatitis.
Trastornos hepatobiliares
Muy raras: Aumento de transaminasas, colestasis, ictericia.
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo
Poco frecuentes: Erupción, prurito, urticaria, eritema multiforme, exantema bulloso, dermatitis exfoliativa, fotosensibilidad, púrpura.
Frecuencia no conocida: Síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, pustulosis exantemática generalizada aguda, síndrome de erupción medicamentosa
con eosinofilia y síntomas sistémicos.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo
Raras: Espasmos musculares, calambre de miembros inferiores, debilidad.
Trastornos renales y urinarios
Muy frecuentes: Aumento de creatinina sérica, glucosuria.
Raras: Nefritis intersticial.
Frecuencia no conocida: Aumento de sodio en orina, aumento de cloro en orina, aumento de urea en sangre, retención urinaria, obstrucción del flujo urinario, espasmos vesicales.
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración
Raras: Fiebre, astenia, dolor en el sitio de inyección (con la administración IM), tromboflebitis (con la administración IV).
“Dada la importancia de mantener una supervisión continua de la relación beneficio/riesgo del medicamento, se invita los profesionales de la salud y a la comunidad en general a notificar cualquier sospecha de reacción adversa asociada a su uso al Centro Nacional de Vigilancia Farmacológica (CENAVIF) del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”, a través de la página web: http://inhrr.gob.ve/?page_id=4493”.
Advertencias: Producto de uso delicado que debe ser administrado bajo estricta vigilancia médica. No se administre durante el embarazo o cuando se sospeche su existencia, a menos que a criterio médico el balance riesgo/beneficio sea favorable. En caso de ser imprescindible su uso por no existir otra alternativa terapéutica, suspéndase la lactancia mientras dure el tratamiento. La furosemida en dosis elevadas puede causar diuresis excesiva con depleción considerable de agua y electrolitos que, en algunos casos, puede conducir a complicaciones graves. Por ello, su empleo debe ser objeto de una estricta supervisión médica y dosificación individualizada conforme a las necesidades particulares de cada paciente, según la condición a tratar. Debido a la posibilidad de alteraciones electrolíticas (como: hipopotasemia, hiponatremia, hipomagnesemia, hipocalcemia y alcalosis hipoclorémica) asociadas al uso de la furosemida, durante el tratamiento se deben vigilar periódicamente los electrolitos séricos (en especial potasio, sodio, cloruro, bicarbonato y magnesio) y, en caso necesario, aplicar las medidas correctivas pertinentes para restituir los valores normales. Ello resultará particularmente importante en pacientes con diuresis excesiva, vómito, diarrea, enfermedad hepática y/o renal, terapia digitálica y en ancianos. Dado que en pacientes cirróticos la alteración brusca del balance electrolítico puede precipitar un coma hepático, se recomienda en ellos iniciar el tratamiento en un centro hospitalario, con vigilancia continua de la condición clínica y los electrolitos séricos. En algunos casos podría ser necesaria la administración de cloruro de potasio o antagonistas de aldosterona para prevenir la hipopotasemia y la alcalosis metabólica. Adicional al control periódico del balance electrolítico, durante el tratamiento se debe evaluar con frecuencia el funcionamiento hepático y renal en todos los pacientes y vigilar los parámetros hematológicos. Los pacientes deben ser informados de los síntomas de un desbalance hidroelectrolítico (boca seca, sed, debilidad, letargia, somnolencia, cansancio, confusión, oliguria, dolor y/o fatiga muscular, calambres, hipotensión, taquicardia, náuseas y vómito) al objeto de que notifiquen al médico si éstos se presentan. Si durante el tratamiento de una enfermedad renal progresiva se presenta azotemia u oliguria se debe suspender la medicación. Con el uso de furosemida se han reportado trastornos auditivos que incluyen la posibilidad de sordera irreversible. La experiencia en tal sentido revela que el riesgo es mayor con el uso de dosis superiores a las usuales, con la inyección IV rápida del producto y en pacientes con disfunción renal severa, hipoproteinemia y/o terapia concomitante con fármacos potencialmente ototóxicos (como: aminoglucósidos, macrólidos, salicilados, polimixina B, vancomicina, antimaláricos y cisplatino, entre otros). Por ello, si durante el tratamiento se presentan síntomas sugestivos de una alteración de la función auditiva, se debe suspender el uso del producto y evaluar la condición. Los pacientes deben ser informados al respecto al objeto de que notifiquen al médico si ello ocurre. Dado que la furosemida puede causar hiperglucemia y alterar la tolerancia a la glucosa en pacientes diabéticos, podría resultar necesario ajustar la dosis de los hipoglucemiantes orales o de la insulina. Debido a ello, se recomienda usar con precaución en estos pacientes y vigilar periódicamente la glucemia. Los pacientes deben ser advertidos de la posibilidad de hipotensión postural debida al tratamiento y de cómo proceder si ésta se presenta. La furosemida puede aumentar los niveles séricos de ácido úrico y causar hiperuricemia. En pacientes susceptibles podría precipitarse un ataque de gota. En los pacientes con dificultad urinaria o retención (por trastornos del vaciamiento vesical, hiperplasia prostática o estenosis uretral) el aumento en la producción de orina debido a la furosemida podría agravar la condición. Por tal motivo, dichos pacientes deben ser cuidadosamente observados, en especial durante la fase inicial del tratamiento.
El uso de furosemida puede provocar en algunos pacientes vértigo, mareo, somnolencia y confusión, lo cual podría comprometer la capacidad y/o habilidad para conducir vehículos u operar maquinarias. Ello resulta particularmente factible al inicio del tratamiento, durante los ajustes de dosificación y con el consumo de bebidas alcohólicas. Los pacientes deben ser informados en tal sentido al objeto de que tomen las previsiones que correspondan.
Se recomienda usar con precaución en pacientes con hipersensibilidad a sulfonamidas debido a la posibilidad de una reacción cruzada. Los pacientes deben ser informados del riesgo de fotosensibilidad asociado a la furosemida y de la importancia de evitar en lo posible la exposición prolongada o innecesaria a la luz solar mientras dure el tratamiento.
Precauciones:
Para minimizar el riesgo de hipopotasemia durante el tratamiento se debe aconsejar al paciente la ingesta de alimentos ricos en potasio y, en casos graves, considerarse la administración oral de suplementos de potasio. Debido las múltiples interacciones de la furosemida, se recomienda consultar fuentes especializadas antes de usar este producto en combinación con otros fármacos. Durante la administración del producto deben realizarse controles hematológicos, electrolitos, pruebas de funcionalismo hepático y renal.
Interacciones:
Con medicamentos, alimentos y bebidas
Furosemida puede potenciar la ototoxicidad de los aminoglucósidos y la de otros medicamentos ototóxicos. Dado que esto puede conducir a daños irreversibles, estos medicamentos solo deberían utilizarse junto con furosemida si existen razones médicas que lo requieran. La administración concomitante de furosemida y cisplatino comporta un riesgo de aparición de efectos ototóxicos. Además, la nefrotoxicidad de cisplatino podría aumentar si furosemida no se administra a dosis bajas (p. ej. 40 mg en pacientes con función renal normal) y con equilibrio positivo de fluidos cuando se emplee para conseguir la diuresis forzada durante el tratamiento con cisplatino. Furosemida oral y sucralfato no deben ser administrados en un intervalo menor de 2 horas entre ambos porque sucralfato disminuye la absorción de furosemida del intestino y reduce su efecto. La furosemida puede potenciar el efecto tóxico de los antibióticos nefrotóxicos. La furosemida disminuye la excreción de las sales de litio y puede incrementar los niveles séricos de litio, aumentando el riesgo de la toxicidad del litio, incluyendo aumento del riesgo de los efectos cardiotóxicos y neurotóxicos del litio. Por lo tanto, se recomienda que los niveles de litio se monitoricen cuidadosamente en aquellos pacientes que reciben esta combinación. Los pacientes tratados con diuréticos pueden sufrir hipotensión grave y deterioro de la función renal, incluyendo casos de insuficiencia renal, especialmente cuando se les administran por primera vez, o por primera vez a dosis elevadas, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o un antagonista de los receptores de angiotensina II. Por tanto, debe considerarse la interrupción de la administración de furosemida temporalmente o al menos la reducción de la dosis de furosemida durante tres días antes de aumentar la dosis o comenzar el tratamiento con un inhibidor de la ECA o un antagonista de los receptores de angiotensina II. Risperidona: Debe tenerse precaución y antes de tomar la decisión de uso se deben considerar los riesgos y beneficios de la combinación o tratamiento concomitante con furosemida o con otros diuréticos potentes. Levotiroxina: Altas dosis de furosemida pueden inhibir la unión de las hormonas tiroideas con las proteínas transportadoras y de este modo llevar a un aumento inicial transitorio de las hormonas tiroideas libres, seguido de un descenso general de los niveles totales de hormona tiroidea. Se deben monitorizar los niveles de hormona tiroidea La administración concomitante de antiinflamatorios no esteroideos incluyendo ácido acetilsalicílico podría reducir el efecto de furosemida. En pacientes con deshidratación o hipovolemia, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos podrían causar insuficiencia renal aguda. La toxicidad de los salicilatos podría ser incrementada por furosemida. Se podría producir una atenuación del efecto de furosemida tras la administración concomitante de fenitoína. Puede aumentar el efecto nocivo sobre los riñones de los fármacos nefrotóxicos. Corticosteroides, carbenoxolona, cantidades importantes de regaliz y el uso prolongado de laxantes pueden incrementar el riesgo de desarrollar una hipopotasemia. Probenecid, metotrexato y otros medicamentos que, al igual que furosemida, sufren secreción tubular renal significativa, pueden reducir el efecto de furosemida. Los efectos de los medicamentos antidiabéticos y de los simpaticomiméticos con efecto hipertensor (p. ej. epinefrina y norepinefrina) se pueden reducir. Los pacientes que reciben altas dosis de algunas cefalosporinas de forma concomitante con furosemida pueden sufrir deterioro de la función renal. El uso concomitante de ciclosporina A y furosemida está asociado a un riesgo elevado de artritis gotosa secundaria a hiperuricemia inducida por furosemida y deterioro de la excreción renal de uratos por ciclosporina. Pacientes con alto riesgo de sufrir nefropatía por radiocontraste, tratados con furosemida, experimentaron una incidencia mayor de deterioro de la función renal después de recibir radiocontraste en comparación con pacientes de alto riesgo que recibieron únicamente hidratación intravenosa previamente a recibir el radiocontraste.
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad a la Furosemida o a los excipientes de la formulación.
Alteraciones hidroelectrolíticas no corregidas.
Hipovolemia o deshidratación.
Estado comatoso o pre-comatoso asociado a encefalopatía hepática.
Anuria.
Consérvese a temperaturas inferiores a 30 ºC.
Registrado en el M.P.P.S. bajo el N° E.F.G. 32.365/18
Con prescripción facultativa.
Farmacéutico Patrocinante: Dra. Beatriz E. Valeri D.
Elaborado y distribuido por: Laboratorios VALMOR, C.A. RIF.: J-07002946-3
para GENCER Pharmaceutical, C.A. RIF.: J-30977119-1
Estado Mérida. Venezuela.
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