La combinación de Amlodipina y Candesartán mejora significativamente el control...
Leer másLos miedos del sueño o como también se les conocen, terrores nocturnos, son una parasomnia muy frecuente que afecta principalmente a niños de entre 4 y 12 años, teniendo una prevalencia de hasta 14% según algunos reportes. Generalmente desaparecen en la pubertad. Son mucho menos frecuentes en adultos.
Durante la infancia afecta más a los niños que a las niñas, y en los adultos no presenta diferencia entre los sexos. Considerando esto, el Dr. Alexander K.C. Leung del Departamento de Pediatría de la Universidad de Calgary y del Hospital de niños de Alberta, junto a otros colegas, desarrollaron una actualización sobre el tema, para lo cual realizaron una búsqueda de las publicaciones que apareciesen de acuerdo a las palabras claves “miedos del sueño”; “terror nocturno” o “pavor nocturnus”, y que podían ser metanálisis, ensayos clínicos aleatorizados y comparativos, o revisiones en inglés. Al final encontrando 88 publicaciones que cumplían con los criterios.
La etiología de los terrores nocturnos continúa siendo indefinida, factores ambientales, de desarrollo, orgánicos, psicológicos y genéticos han sido identificado cono factores predisponentes. Con respecto al último, lo genético, los autores encuentran que hay una fuerte predisposición y que podría tratarse de una condición familiar. Uno de los estudios mostró una incidencia de 60% en niños cuyo padre y madre habían sufrido de terrores nocturnos. En otro estudio se reportó mayor incidencia en los gemelos monocigóticos que en los dicigóticos.
Un ataque típico de terror nocturno ocurre dentro de las tres primeras horas de sueño. El niño se despierta de manera súbita, se sienta en la cama o sale de ellas, esta en un estado de agitación, la cara es de terror y refleja un miedo intenso. Está confundido y el lenguaje es incoherente. Hay taquicardia, taquipnea, diaforesis, pupilas dilatadas, flush. El episodio generalmente dura pocos minutos, aunque a veces podría prolongarse. Al día siguiente el niño no recuerda nada.
El terror nocturno se presenta entre las fases 3 y 4 del sueño NoREM. El diagnóstico del terror nocturno es básicamente clínico, y fundamentado en una historia muy completa que permita descartar otras patologías. El diagnóstico diferencia debe realizarse con las pesadillas; el síndrome de Elpenor; terror al tiempo de dormir o en la noche (Los investigadores recomiendan que se utilice el término de “miedos del sueño” en lugar de “terrores nocturnos” para evitar posibles confusiones); parálisis del sueño y convulsiones nocturnas.
En algunos casos, la intensidad, la frecuencia o las consecuencias funcionales posteriores (somnolencia, cansancio, etc.) de los episodios ameritan una intervención. Los autores encontraron en su análisis que el Clonazepam es el medicamento que tiene mayor número de referencias. Las recomendaciones son de usarlo un corto tiempo, administrarlo por lo menos 90 minutos antes de dormir, y no suspenderlo abruptamente sino disminuir progresivamente la dosis. El Clonazepam suprime los estados 3 y 4 de la fase NoREM, de allí su eficacia. Otros medicamentos mencionados fueron: la melatonina, antidepresivos tricíclicos e inhibidores de la recaptación de serotonina.
La actualización realizada por el Dr. Leung fue publicada en la revista Current Pediatric Reviews, en su número 16 del 2020; y su título original: “Sleep Terrors: An Updated Review”
Si desea obtener el estudio clínico que sustenta este artículo informativo por favor rellene los campos a continuación
La combinación de Amlodipina y Candesartán mejora significativamente el control...
Leer másLas últimas recomendaciones sobre el uso de antibióticos en sinusitis...
Leer másLa relación entre los telómeros y la diabetes tipo 2,...
Leer másUn estudio científico 2024 revela qué antiinflamatorio es más efectivo...
Leer más